El agua destilada no es más que agua de la cual se han
eliminado las impurezas y sustancias disueltas mediante el proceso de
destilación. Es un agua químicamente pura, sin sales disueltas ni presencia
microbiana.
El uso de agua destilada para consumo humano no está exento
de polémicas y es posible encontrar tanto defensores como detractores. Existen
muchos mitos entorno al uso de agua destilada para consumo humano, pero en
realidad no es algo problemático. De hecho incluso se empiezan a comercializar
marcas de agua destilada, o casi, para el consumo diario. Además, el agua
destilada se emplea en no pocas ocasiones como base en la elaboración de otras
bebidas.
Si bien es cierto que las aguas minerales pueden tener
propiedades beneficiosas para la salud, no es menos cierto que en ocasiones se
recomienda el consumo de agua de baja mineralización. En este sentido el agua
destilada sería un agua de baja mineralización llevada al extremo.
El principal problema vinculado al consumo de agua destilada
es su sabor, o más bien su falta de sabor. A pesar de que siempre se dice que
el agua no sabe a nada, estamos acostumbrados a un cierto sabor causado por las
sustancias que lleva disueltas. En el agua destilada esas sustancias no se
encuentran presentes y por tanto su sabor tampoco.
Es frecuente notar algo raro al beber agua destilada por
primera vez, a pesar de que generalmente no sabemos identificar con certeza que
es lo “raro”. Se trata de la ausencia de
sabor. Al igual que ocurre con el agua osmotizada puede que sea necesario
acostumbrarse a ella.
No hay comentarios:
Publicar un comentario